Hay días en los que solo te apetece estar tirado en la cama. No hacer absolutamente NADA. Quedarte tirado ahí, pensando, recapitulando, analizando, concluyendo, decidiendo. Porque en la vida pasan demasiadas cosas, y no todas las pensamos lo suficiente. Aunque sea un sábado por la noche, y tendrías que estar saliendo por ahí, todos tenemos un día en el que nos apetece quedarnos ahí tirados, simplemente pensado. ¿Hice bien? ¿O mal? Simplemente hay que pensarlo. Tal vez acabes riéndote solo exageradamente, o llorando. Pero esos son sentimientos que necesitas liberar. Necesitas llorar las cosas que hiciste mal, y reír las cosas que hiciste bien. Necesitas pensarlo todo, para decidir que haces bien y mal. Solo después podrás estar bien. Solo después podrás seguir con tu vida.
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