No pido tanto

Quiero a esa persona que me abrace, que haga que ese escalofrío recorra mi espalda y sentirme como parte de algo, algo de dos, una relación perfecta entre dos personas que se aman. No sé si es que lo que pido es demasiado, o si simplemente no he conseguido dar con ese chico. Sólo espero que un día me mires, te mire y entonces lo sienta, sienta ese flechazo, esa necesidad de mirar hacia al suelo y sonreír por vergüenza, ese pánico por mirarte a los ojos de los nervios. Sólo pido dos cosas: un flechazo y un siempre.